miércoles, 22 de diciembre de 2010

Emisión Número 156

"El sol recorta geométricamente a las personas que caminan por la calle.
Está por llegar la noche y el día se quiere terminar de llevar lo último que pueda.
De a poco los colores ceden, o más bien lo negro vence.
En el cielo un destello. Como una estrella fugaz.
Pero no fuga.
Se permanece.
En la tierra, en un momento, Uno prendió el fuego que tanto le estaba costando encender.
Otro, guiñó un ojo.
En otro lugar, Una besó por primera vez.
Y más allá, Otro Uno le agarró la mano.
En algún momento posterior, pero en diferentes momentos pasó lo siguiente:
El que prendió el fuego, vio la estrella fugaz y pidió por el asado.
El que guiñó un ojo, pidió por su mano de truco.
El que besó por primera vez vio la estrella fugaz y pidió por el romance que estaba comenzando.
El Otro Uno que agarró la mano vio que Ella miraba la estrella fugaz mientras sus manos se distanciaban solo un poco.
Todos miraron esa estrella fugaz que no era fugaz.
Entonces algunos de ellos siguieron deseando, como suspendidos en ese instante de fugacidad.
Y luego...
Todo siguió con la normalidad ordinaria al punto tal que el que está haciendo el asado, el que beso, el que agarró la mano, el que guiñó el ojo, la que retiró la mano… todos ellos, olvidaron lo fugaz de esa estrella.
Y también sus deseos."

Ivan, un Maestro de Kung Fu, fue el invitado y nos contó un poco sobre las artes marciales.
Y sobre el final, dilucido los tres siguientes dilemas:
Bruce Lee vs Jackie Chan
Jean Claude Van-Damme vs Steven Seagal
Existe verdaderamente la técnica de los cinco puntos (five point palm-exploding heart technique) de Pai Mai?

Emisión Número 155

"Las cuatro cartas estaban sobre la mesa.
Era cuestión de elegir una. Las cuatro cartas miraban para arriba. Y el pelo colgaba para abajo.
La mesa era roja. La mano que había era blanca pero de repente azul.
Los pasos siguieron caminando y luego él los siguió.
El piso se hacía de goma y se hundía. Pero de alguna forma extraña, que no extrañaba a nadie, podía seguir avanzando.
Alguien chista.
Pero se sigue avanzando.
Alguien pasa con un gato muerto en sus manos. Pero son sus manos las que sangran.
No hay camisones, se pregunta cree que se pregunta.
Alguien mira para atrás.
Él mira uno de sus bolsillos.
Alguien dice por acá… por acá… por acá…
Una máquina tragamonedas paga un superpremio.
Y es raro. Porque no suele haber máquinas tragamonedas en la playa.
Ahora hay viento. Hay mucho sol también.
No puede levantar su vista.
Mira su sombra en la arena. Mira como se mueve. Esperando darse cuenta que esa no es su sombra.
Es solo un momento antes del horror. El horror de darse cuenta que es UNO el que no es de su sombra.
Y camina y baja más la vista. Y no reconoce sus piernas. Esas no son sus piernas. No son sus piernas.
Mira la sombra en la arena. Esas piernas son de esa sombra. Él no es de la sombra ni de las piernas.
De dónde es. De dónde es. De dónde es.
Alguien dice por acá.
Y él está sentado mirando el mar. Siente un vació enorme. Pero ya pasaron los truenos."

Y luego, en el Momento Cancio, Algunos Boxeadores en el cine.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Emisión Número 154

"Mirar por la ventana significa ver un montón de porciones de cosas.
Era cuestión de quedarse mirando una noche para ver que podía suceder.
No hacía mucho tiempo del accidente y no tenía otra opción que la de quedarse sentado, de frente a la ventana mirando todo el mundo desarrollarse delante de sus ojos.
Pequeñas porciones de mundo. Estaban… la gimnasta… la pareja que lo hacía todo el tiempo… la pareja que ya no se deseaba… el soltero… la soltera… el enano… la malabarista… el que se viste de payaso y así sale a la calle… los abuelos… la viuda… el músico…
Todas eran porciones de vida que lo acompañaban cuando miraba o cuando pensaba en ellos.
¿A quién estará haciendo reír el payaso? ¿Podrá pasar a la siguiente melodía el que practica con el piano?
Cuando iban a visitarlo, se entretenía contando lo que había visto ese día. Como bien había dicho un director de cine, uno de los mejores, “no filmo pedazos de vida sino pedazos de pastel”.
Eso era lo que él sentía cuando contaba lo que había visto agregándole alguna que otra “frutilla” o “un poco más de crema”. Él contaba pedazos de pastel.
Era una forma de encontrar poesía en una mirada o en una forma de servir un vaso de agua. En la forma en que una pareja de enamorados se mira o alguien hambriento espera por el pollo en el horno.
De a poco ese universo fue seduciéndolo cada vez más. Como si él no pudiera decidir cuándo ver y cuando no. Como si hubiera algo más que lo empujara a quedarse ahí sentado mirando.
Hubo un día donde empezó a entender el por qué. Hubo un día donde la cortina se corrió y vio verse.
Fue cuando entendió que aquellos a los que él miraba, encontraban sus momentos para verlo a él.
Fue cuando la viuda, en medio de una noche, solo lo miraba dormir.
Fue cuando la pareja que no paraba de hacerlo… cuando paraba lo miraba mirar.
Fue cuando el payaso, que ya se maquillaba sin mirarse al espejo, lo hacía mirándolo a él.
Fue cuando el enano asomaba sus ojos por el marco de la ventana, deliberadamente para espiar que hacía el espectador de enfrente.
Entonces entendió que miraba porque era mirado y que, más allá de lo que decidiera, él ya era mirado por el mismo mundo que lo miraba a él.
Y que él, también era, un pedazo de pastel."

Luego, en vivo Hotel Paradise!

Emisión Número 153

"Henry maneja el auto. Los ojos se le cierran.
La ruta está oscura. En el asiento de atrás duermen sus dos amigos.
La noche ha sido intensa e inesperada.
Las luces altas del auto solo iluminan unos metros más allá.
Un ruido llama la atención de Henry.
Es un ruido metálico. O de algo metálico golpeando contra algo metálico.
Henry se vuelve por un momento para ver si es alguno de sus amigos que se ha despertado y ha hecho algún tipo de ruido metálico sobre algo metálico.
“Qué carajo…?”, se pregunta Henry.
El ruido se hace silencio y él sigue manejando un poco más tranquilo pero intrigado.
El auto cambia de carril.
Henry se refriega los ojos. Intenta ver más allá de la oscuridad.
En un momento piensa en su niñez. Y en como miraba desde la ventana de su humilde hogar el lujo de los señores de enfrente.
Ahora él era uno de los señores de enfrente, pero aun mantenía una mirada de niño de hogar humilde.
Esa misma mirada que ahora contiene ojos rojos.
Ojos rojos que son refregados por sus manos para tratar de mantenerse despierto.
Entonces el ruido metálico vuelve.
Y sus dos amigos se despiertan preguntándose qué es.
¿Será lo que tienen en el baúl?
¿Será el hombre acuchillado que está en el baúl?
Entonces Henry detiene el auto y lo estaciona lejos, a un costado de la ruta.
Henry abre el baúl. Y ahí está. Moribundo, intentando decir algo pero la sangre le ahoga su boca.
Uno de sus amigos, lo liquida. El otro mira. Y Henry piensa, “este es el lado oscuro, del lujo de los señores que veía con mis ojos de niño desde mi humilde hogar”."

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Emisión Número 152

"Michael sacó de atrás del depósito del inodoro un arma.
Se tomo un momento antes de dejar fluir su pensamiento.
Y el pensamiento fue, “listo, ahora sí”.
Era la hora de ajustar las cuentas.
Ya habían pasado varios días desde el ataque a su padre en la puerta de la verdulería.
De hecho, no iba a poder despedirse de él, una vez terminado este asunto y su posterior fuga a alguna isla italiana.
Luego de pensar, “listo, ahora sí”, un tren pasó por lo lejos. Pero él lo siente cerca, muy cerca.
Casi tan cerca, que parecía que el tren pasaba por dentro de él.
Se secó el sudor de su frente con su mano derecha. También se alisó el pelo.
El arma, como bien habían dicho, estaba protegido en su empuñadura “para hacerlo imposible de rastrear”.
El tren seguía pasando mientras Michael pensaba en un espacio oscuro y misterioso.
“Ese es el futuro que me espera”, imposible saber que iba a suceder.
En principio, había que salir, sentarse, comer un poco más y, sin dejar pasar demasiado tiempo, levantarse y pegar dos tiros.
Es lo que la familia hace. Es lo que la familia es.
Es por mi padre. Es por negocios.
Hace unos meses era un simple soldado de la segunda guerra mundial.
Algo que su padre había rechazado. “Esperaba de vos que fueras senador, que le des un valor al apellido familiar”, le diría su padre tiempo después.
Y era tal vez por ese desacuerdo con su padre, por esa negación del padre hacia el hijo, que finalmente Michael decidió salir del baño dispuesto a pegar esos dos tiros."

Orta, nos habló de tres grandes villanos, este es uno de ellos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Emisión Número 151

"Había sido uno de esos fines de semana inolvidables.
Stoner había tenido 6 manos ganadoras. Y las había ganado.
Ahora estaba recostado en la cama de su habitación. Descansado durante dos horas antes de continuar la partida.
El techo era gris. Y tenía unos arreglos antiguos y degsastados.
En el centro, una araña antigua. Desproporcionada por el tipo de habitación pero también por el tipo de personaje que estaba ocupando ese lugar.
Sus manos, las de Stoner, estaba entrelazadas debajo de su cabeza.
Sus ojos, celestes y pequeños, miraban el cielorraso como esperando algún tipo de revelación.
La próxima vez que esté ahí recostado, sería como ganador o perdedor. Como millonario y en absoluta bancarrota y endeudado.
De volver millonario, pensó en recostarse en el piso. Sentir la cercanía del suelo en su espalda. Pensó tal vez en acostarse sin remera ni camisa.
Pensó en aquel par de zapatos que había visto en una vidriera de la calle Gorriti.
Pensó en el yate que se podría comprar, en los viajes que haría y en los paisajes que conocería.
Pensó en las mujeres a las que podría poseer, a las que podría subir a su embarcación para recorrer el mundo que él quiera.
Pensó en tomar sol en cubierta, con una caña de pescar a su lado.
Pensó en la playa y en su oleaje.
Pensó en ojotas, en bermudas, en anteojos de sol.
En autos, en aviones, en montañas, en pirámides.
Pensó en la pirámide que hay en los dólares.
Pensó en dólares.
Pensó que si era millonario, se recostaría sobre el piso.
Y miró a su alrededor…
Y notó que estaba recostado sobre la cama.
Entonces pensó en todo lo que no iba a tener.
Y cuando golpearon a su puerta para continuar el juego, por las dudas, tomó el arma que había debajo de la almohada."

Luego, en el Momento Cancio, se habló de La Comida Criolla de Margarita Elichondo y de Las Recetas del Gato Dumas de Carlos Alberto Dumas.

Emisión Número 150

"“Ufff”, pensó.
Y cerró sus ojos.
Todo se le hacía pesado. Cada vez más.
Sentía como el peso de sus hombros se hacía insoportable.
Repasó en su mente como había llegado hasta esa situación.
“Buscando algo que me alivie, algo que me haga sentir vivo”, y miró su mano esposada a la pata de una cama.
La conoció una noche de furia. Donde ambos buscaban algo que aliviara el dolor.
Pero solo se herían. Constantemente.
Sus ojos, negros y penetrantes, fueron claves cuando ella le preguntó “te va?”.
Volvió a mirar su mano esposada, que significaba que la respuesta había sido sí.
Además de sentirse vivo quería ir a un extremo. Algún tipo de extremo.
Ella estaba en el baño.
“Ahí está esperando”, pensó ella, “esposado creyendo que esto es lo que suelo hacer”.
Hacía varios días que había comprado unas esposas, aunque no sabía muy bien por qué.
Y de repente lo conoció en una noche de furia. Y armó algún tipo de personaje, ayudada por la furia, que él creyó verdadero.
Ella se miraba al espejo, en ropa interior. Miraba su cuerpo intentando ver su mente.
“¿Cómo?”, pensó, “¿Cómo puede ser que una vez que pruebo algo diferente, aparezca alguien que crea que así es como soy?”
Mientras él, esposado en la cama, pensaba que ahora tenía que jugar a ser quien no era.
Que era lo mismo que ella estaba pensando dentro del baño.
Ella salió del baño. Él la esperó esposado.
Se besaron.
Y así fue como ambos, aparentando lo que no son, comenzaron a hacer algo que nunca habían hecho para sentirse más livianos de los problemas verdaderos."

y luego estuvieron Los Nadies en vivo!!!

martes, 7 de diciembre de 2010

Emisión Número 149

"Le llevó mucho tiempo olvidarla.
Y como había leído alguna vez en algún libro o visto en alguna película, “un día te levantás y no te acordás como eran sus ojos”.
Y así es como esperaba que fuera desapareciendo en su olvido.
Eso sí, le daba un poco de temor olvidarla. Porque de alguna forma, era dejar ir algo que él había sido.
Hizo que tomaba un café para pensar en todos los cafés que habrían tomado pero que ya no tomarían.
Elevó su copa por las mujeres a conocer y por los hombres que ella conocería.
Camino cada calle que caminaron juntos intentando entender dónde estaban los momentos que ya habían pasado.
Pensó en todo lo que le hubiera gustado hacer y sintió nostalgia por lo que nunca había sucedido.
Y asi iban transcurriendo los días y las noches, esperando comenzar a olvidarla.
Una vez, se despertó y pensó en otra cosa.
Y eso lo estremeció porque sintió que ese era el comienzo del olvido.
El comienzo de un final que comenzaba.
Sonrió por lo efímero de las cosas. Por la tristeza que hay dentro de la alegría.
Sonrió porque la tristeza lo abrumó de libertad.
Porque sintió que ahora cada calle sería nueva. Cada café sería el primero y que cada café a partir del primero, también sería el primero.
Los ojos nuevos que conocería serían simplemente ojos nuevos y no ojos que le recuerdan a...
Y ahí volvía el pensamiento. Pero era un paso.
“No es tan fácil desprogramarse”, pensó.
Así fue como el desayuno de ese día tuvo el sabor del día siguiente.
Y al día siguiente, cuando despertó, en lo primero que pensó fue en un café. Y luego en otra cosa. Y así, así de triste, fue como la fue olvidando con alegría."

En esta emisión, Orta el especialista estuvo presente las dos horas, nos habló de "Machete" y luego el Profesor Jonas y la magia, la literatura y el álgebra.

Emisión Número 148

"No es la forma en la cual su pelo cae después de un baño, como un árbol después de una lluvia.
No son sus ojos, llenos de vida y marrones como dos almendras
No son sus pestañas, negras y curvas, casi como un signo de pregunta.
No es su boca, y sus labios finos como un suave dibujo esperando sonreír.
No es su cuello, largo y armónico que culmina en sus hombros bien balanceados, formando un triángulo en perfecta armonía con su cabeza. Pero no es eso.
No es la forma en la cual su toalla recubre su cuerpo mojado ni como una gota que cae de la punta de su pelo recorre el aire – que se detiene a ver – hasta encontrar el piso y convertirse en miles de gotas más.
No son sus muslos, no son sus piernas, que forman dos sonrisas y un mentón.
No son sus tobillos, no son sus pies, delicados y finos, que dejan huella donde pisan o donde acarician.
No es que parezca terminada a mano como un día soleado con algo de viento y una sola nube.
No es cada “eso”.
Es todo eso.
Es esa gota que cae resbalando por su cuerpo.
Jugando con sus curvas, como un paseo por las sierras.
Sin detenerse porque propone vértigo y pasión.
Porque al pasar por sus rodillas, quisiera quedarse y convertirse en miles de gotas más.
Y así vivir esa experiencia completa y total.
Recorriendo el cuerpo completo con una sola gota, que es todas las gotas.
Y no caer jamás, flotar y deslizarse por cada contorno posible esperando que el infinito sea cíclico.
Y es cuando sonríe porque sonríe con todo su cuerpo."

Luego se escuchó Galápagos de Los Cadillacs...

Emisión Número 147

"A través del vidrio soñaba. Y podía dividir todo en varias partes.
Lo que hacían sus manos y de ahí sus dedos.
Dos uñas con la pintura casi ausente.
Como se cruzaban sus piernas, por debajo del tablón de costura.
Los codos, con la piel ya reseca de estar tanto tiempo apoyados.
El pelo, gris desde que podía recordar.
“Siempre hay un día que es el que se repite, el mío, un martes por la tarde”.
Mientras caminaba por la calle Araoz.
Ella caminaba más bien casi flotaba.
Muchas veces puede pensarse “detendría el tiempo aquí y ahora”.
Ella lo había sentido muchas veces.
Pero esa tarde, de frente, venía el más “galán de los galanes”, sintió que pensó.
Y ella no quiso levantar la vista y se quedó mirando su pollera colorida.
A medida que estaban por cruzarse, quién sabe para no cruzarse nunca más, sintió que una extraordinaria fuerza la obligaba a levantar su mirada.
Y, sorpresa para ella, fue el otro el que pensó “ojalá pudiera detener este momento”.
Y así fue como, interpretado por algún Dios del tiempo, ese momento significó para alguien más que ella estaría sentada, gris, pensando como cada parte de su cuerpo está ajado o escudado en experiencia.
Y ya atrapada ahí no había mucho donde ir. Tal vez el destino fuera ese. Tal vez su destino fuera llegar. Y listo.
Sin cuestionar nada demasiado específico. De haber podido vencer ese hechizo, lo hubiera hecho. Pero era en la falta de voluntad donde más se notaba la ausencia de todo lo que fuera una pasión.
Todo fue un caos. Comandado por algún alguien. Desde algún lado. Y el resto, como pequeñas ficciones, solo cumplen con su rol. Rotando y turnando el momento y el espacio."

Luego Lefunders en vivo!

sábado, 4 de diciembre de 2010

Emisión Número 146

"La dispersión era su perdición. Eran muchas las cosas. Pero aun cuando se concentraba en dispersarse, se dispersaba.
Le gustaban las tostadas con mermelada, pero nunca recordaba cuál era su favorita.
Ya había comprado mango, higos, duraznos, frutillas, uvas…
Hasta llegó a pensar que en verdad ninguna le había gustado y que solo estaba buscando algo que jamás había existido.
En algún momento sintió que la respuesta podía estar del lado de la locura o del lado de la sanidad.
Pero no supo como buscar esa respuesta.
Como una distracción más trató de encontrar esa forma de distracción en otras situaciones de su vida.
Había un tipo de mandarinas, que por su forma de pelarse, eran sus favoritas.
Ridículo ya le había parecido que las mandarinas tuvieran nombre, como una marca.
“¿No debería ser la madre naturaleza su marca?”, pensó.
Asi que ya eran dos, la mermelada y las mandarinas.
Esa noche se despertó sobresaltado… acababa de recordar una película que le gustó mucho de chico. Pero… ¿cuál era? ¿Era “El Globo Rojo” o “Crin Blanca”? ¿Era “Anteojito y Antifáz”? ¿”Cascanueces”?
Era como si pudiera recordar todo menos eso que lop hacía más personal.
Porque si tenía que llamar para preguntar, surgía una pregunta previa… ¿a quién llamar?
Todo era dispersión y ramificación.
Y así pasaba los días, cuando no estaba programando “algún algo” para alguna computadora.
Porque cuando no era él, era una serie de símbolos precisos y circuitos pequeños.
Algo mecánico y ya impersonal – aunque era un pequeño genio y por eso varios iban a él.
Y un día, sin saberlo él, trabajando en su computadora cinco mil setescientos veintiocho…
Todo se concentró en un dos palabras. “ROSA MOSQUETA”."

Luego, la Dra Laura nos habló de Divorcios y Separaciones!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Emisión Número 145


Esta emisión abrió con el siguiente texto:

"El sonido puede parecerse al de un fantasma recorriendo en soledad la noche.
Una especie de silbido suave pero agudo. Pero sobre todo suave.
Entonces, de repente, una calle vacía es recorrida por ese silbido.
Un silbido que nadie escucha. Y que es camuflado por una brisa y unos árboles que se agitan un poco.
Si una hoja cae, es parte del plan. No es ningún accidente.
El accidente sucedió cuando Ella, se despertó e intrigada se asomó a su balcón del departamento de la calle Brasil.
Los adoquines sostenían los últimos rastros de una lluvia suave pero persistente.
Ella miro entonces la vereda esperando ver algo.
Creía que en ver lo que esperaba ver.
Pero lo que pasaba era que nunca veía nada.
El silbido estaba ya a algunos metros de distancia cuando Ella esperaba en el balcón.
Y así pasaban las noches.
El silbido silenciado por los ruidos del día.
Y Ella… Ella esperando volver a su cama para dormir y despertar encantada por ese sonido que pareciera parecerse al de un fantasma recorriendo la soledad de la noche.
El silbido no se sabía registrado.
Porque, acá está la gracia, el silbido ni ve, ni oye, ni vuelve sobre sus pasos. Es simplemente algo que va. Y que cuando vuelve, es porque está yendo de vuelta.
Pero para Ella, todo es un mismo momento, porque aunque no, para ella es así.
Al menos, el silbido le da una esperanza. Y Ella… espera."

Luego, Orta el especialista y el invitado del día martes, Nicolás Goldbart director del film "Fase 7"

Emisión Número 144

Esta emisión comenzó con el siguiente texto:

"Ojos con rímel.
Piernas finas.
Medias largas.
Botas negras.
Minifalda oscura.
Escote evidente.
Vincha.
Café con leche.
Labios rojos.
Ascensor moderno.
Bolso de mano.
Estuche de guitarra.
Noche espesa.
Pasos que resuenan.
Caning y Cabrera.
El motor de un colectivo que acelera.
Cruzando Gorriti de mano derecha.
Semáforo en rojo.
Pasos apurados.
Un auto llega, huellas en el pavimento.
Alguien baja, alisa su pelo.
Alguien mira sobre unos anteojos negros. Rayban.
Un presentimiento acelera un pulso.
Algunos corren, a todos lados.
Ella se mueve rápida.
Una mano se levanta.
Un auto pasa, un niño ve todo.
El hombre solo en el auto, espera.
Ella abre la puerta, se asoma.
Entra.
Se besan.
La radio en volumen bajo.
Luego,
ella dispara.
El piso parece más granuloso que antes.
Las botas negras sobre el pavimento.
Una lágrima en su rostro, corre su rímel."

Luego el Momento Cancio y los escritores incorrectos...

sábado, 27 de noviembre de 2010

Emisión Número 143

Esta emisión comenzó con el siguiente texto:

"“Y el rabino dijo, esas no son mis rabas”, y todos rieron.
Ernesto miró la hora. Faltaban 6 minutos para las 10.
Las risas. Estaban todos risas. Carcajadas por todos lados.
Ernesto recuerda la hora porque fue la última vez que la vio sonreír.
Ella se levantó y fue a la cocina. Antes de entrar hizo un gesto que a Ernesto le llamó la atención.
Algo con el dedo, nada muy claro como para poder describirlo.
Pero Ernesto sintió que ese gesto reveló un rostro. Un rostro que nunca antes había visto.
Desconcertado, se quedo quieto en su lugar.
Luego de unos minutos, ella volvió. Seria.
Pero de repente todos estaban serios. Ernesto miró la hora.
Todavía faltaban 6 minutos para las 10. El tiempo estaba detenido. Faltaban 6 para las 10 y esto se prolongó, vaya paradoja, durante varios minutos.
Ernesto quedó tan desconcertado que no se animó a preguntar qué estaba pasando. Por qué estaban todos tan serios. Por qué ella, estaba tan seria.
En un momento la siguió hasta la cocina.
Y tuvieron el último encuentro.
Ella fue cruel. Porque si. O simplemente porque algunas son así.
Ernesto se fue sin decir adiós. Como dice Bob, adiós es una palabra demasiado amable.
Sumergido en sus pensamientos, se preguntó qué es lo que no había visto. Cuál es el velo que le impedía ver.
Un velo tan fino que tapa todo sin dejarse descubrir.
Y así deambuló. De bar en bar. De copa en copa.
Porque a veces, antes de encontrar las preguntas… hay que perderse por completo."

Luego, Tomás Aristimuño en vivo!

jueves, 25 de noviembre de 2010

Emisión Número 142

Esta emisión comenzó con el siguiente texto:

"Ella había dejado una cosa en cada lado.

Un elefante chino en el living. Unos imanes en una habitación.

Una vela para el baño. Una taza para la cocina.

Una planta para el balcón. Un cubrecamas para el dormitorio.

En el placard, unas botas de lluvia sin usar.

Él, eligió uno de esos elementos y lo hizo altar por unos ratos.

Iba con el cubrecamas para todos lados y pensaba, “nunca estuvo o más bien estuvo pero no estuvo estuvo”.

Ese cubrecamas evidenciaba el recuerdo que evidenciaba el vacío que evidenciaba la nostalgia que evidenciaba el recuerdo.

En tantos lugares puede significar en ninguno.

El tiempo fue pasando, el recuerdo se fue instalando. Siempre se van. Siempre se olvidan.

Y si esta vez fuera diferente. Y si esta vez, se quedara.

Y la mente fuera dominada por un simple recuerdo. Una sonrisa en la abstracción del pensamiento.

Una sensación. De esas que congelan el alma. Ahogan la respiración.

Era raro verlo entrar a cines, teatros, restaurantes, estadios deportivos, museos, cumpleaños, bares, consultorios médicos, pagos fáciles, bancos. Siempre con el cubrecamas sobre él.

El cubrecama se había convertido en un cubrematías. Tal su nombre, pues esta es parte de la historia de Matías.

La gente… parecía no notar este cubrecama sobre Matías.

Es que tal vez no lo llevaba ya que para él, significaba otra cosa.

Bien podría haber sido el elefante chino o la vela o los imanes.

El cubrecama cubría los días y las noches. Amanecía con él y se dormía con él. Cuando iba a visitar a sus padres, iba con el cubrecama.

Una mañana de repente, un pensamiento lo asaltó. “Yo le di mi corazón, y ella me dio un cubrecamas”. Él creía que era de una película. Pero no lo recordó en ese momento.

Entonces, cada cosa que ella había dejado allí, solo evidenciaba su extraña forma de permanecer.

Y cuando Matías sintió que el tiempo ya era redundante… decidió guardar todo en una caja. Para que cuando la volviera a abrir en algunos años, el recuerdo sea de las cosas y no de la que lo dejó allí para evidenciar su ausencia."

Luego, la Dra Laura y el universo de los recitales...



miércoles, 24 de noviembre de 2010

Emisión Número 141

Esta emisión abrió con el siguiente texto:

"Oscuro.

A lo lejos.

Una luz que quema los ojos.

“Dicen que va a llover”, dicen. Cada día, hubo un momento donde se pensó en eso. “Dicen que va a llover”, dicen.

Sol. Playa. La música correcta. El romance único. Sin atardecer. Solo amaneceres.

Ni siquiera la caminata bajo el sol.

Medialunas. Cornalitos. Arena.

Luces. Son felices.

Un balcón. Un cigarrillo entre dos dedos.

Una charla entre amigos. Un vaso apoyado al borde de la mesa.

“Dicen que ella va a volver”, dicen.

La leve brisa que tanto les gusta. Una conversación en la noche.

El tiempo que se suspende.

Cuatro surfistas van hacia la playa.

Una pelea de pandillas.

Y la noche que va cayendo.

“Dicen que va a llover”, dicen. Pero no llueve.

“Dijeron que iba a llover”, dijeron desde Buenos Aires.

Sin embargo, se sentía que no porque no se quería. Entonces, no llovió.

Y los días transcurrieron. Con risas, sueños, mallas.

Eran cuatro, eran dos, eran uno.

La vuelta empezó temprano. El camino despejado.

“dicen que iba a llover”, dijeron.

Pero al volver a ahí llovió. Pero tal vez si haya sucedido en el viaje.

Lo que pasa es que a veces, cuando las cosas son nuevas, son nuevas. Y algo viejo en un lugar de la mente nueva… tiene otra forma. Y tal vez el sol fue lluvia y la lluvia fue amor."

Luego, Orta el especialista y el Profesor Jonas...



martes, 23 de noviembre de 2010

Emisión Número 140

La emisión 140 abrió con el siguiente texto:

"Santo, Matías y Ernesto. Se juntaron por primera vez una tarde de domingo. No podría ser de otra manera.
Era una tarde gris. Y la lluvia había pasado como los recuerdos que quedan levemente grabados en la memoria.
Había un resplandor en algún lado.
Estaban solos en un bar. No mozos, no chefs, no otros comensales. Ellos tres.
Matías y Santo se conocieron esa tarde. Y reconocieron rápidamente el dolor que el otro sentía.
De eso, una máxima: hay corazones rotos que se reconocen en otros dolores.
Nadie tenía demasiado ánimo de contar viejas historias de amores, desencuentros y promesas rotas. De hecho, Robert Hamonn en “Torrentes de Amor” decía que el amor es una serie de desencuentros y promesas rotas.
De eso, otra máxima: el amor es una serie de desencuentros y promesas rotas.
Productivo, al menos por unos minutos de conversación.
Entonces… el silencio dominaba la escena. Los tres sabían que una vez comenzado no habría forma de volver atrás.
Si la tristeza gobernaba todos los aspectos de sus vidas… pues mejor no comenzar algo nuevo que no vaya a significar un nuevo rumbo.
“No la quiero a ella presente en todas mis tristezas”, dijo uno. Los demás estuvieron de acuerdo.
Esto tenía que funcionar de alguna forma. Pero antes de dar el primer paso, no solo es necesario entender – aunque sea intuitivamente – como se debe dar. Antes de ese primer paso, es importante sentir la necesidad de darlo.
Ernesto confesó llorar todas las noches. Un par de minutos antes de las 10.
Matías confesó seguir llevando en su billetera un papel escrito por ella.
Santo confesó prender los cigarrillos con un hermoso encendedor Zippo obsequiado por ella.
Los tres se miraron.
Dentro del lavatorio del baño, el pedazo de papel, el reloj y el zippo.
El fuego quemó y chamuscó todo.
El fuego fue encendido por un simple fósforo de una caja de fósforos ya casi vacía.
Y mientras el fuego ardía. Los tres, sin darse cuenta, habían dado el primer paso."

Y luego se escuchó esta belleza de Stevie Wonder

jueves, 18 de noviembre de 2010

Emisión Número 139

Esta emisión comenzó con el siguiente texto:

"La fórmula busca su forma.
En la pared de una de las habitaciones hay números escritos. Letras. Ecuaciones.
La habitación está vacía.
Matías sigue sin recordar aquello que será revelador. Pero por las dudas, y por puro instinto, escribe y escribe la formula de algo que no sabe que es.
En un principio, volcó toda su intuición en esa pared. Formulas y más formulas. Quería sentirse abrumado por su conocimiento que, aun así, no pude impedir el tremendo dolor generado por ella.
Su nombre, el de ella, escrito a un costado en la pared: Eugenia Belmondo. Aun no convertida en fórmula, aun era un nombre.
Ya era la hora del encuentro. Ya era la noche.
Horas antes. Aun durante la tarde, Ernesto miraba fijo la biblioteca que ocupa todas las paredes de su departamento de un ambiente.
“Solo verás siempre las mismas paredes”, alguien le había dicho. Y ahora era prisionero de esas cuatro paredes.
Miraba y miraba. “Estadística pura”, pensó. Cuanto más tiempo pase mirando más entendimiento tendrá. “Sobre esa pared”, pensó. Es escaso.
Pero su mente comenzó a divagar. Haciendo una y otra vez la misma pregunta. “¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo controlar los sentimientos?”
Entonces, de repente. Como si un libro saliera por propia voluntad de la biblioteca y le pegara en la cabeza, la pregunta se transformó en otra pregunta.
Y Ernesto sintió que tal vez había dado con algo.
“Con otra pregunta, eso seguro” le diría más tarde Matías.
Pero era la madre de todas las nuevas preguntas a surgir…
¿Se puede controlar el sentimiento ajeno?
Ernesto recordó a Santo. Un viejo conocido. Un viejo amigo. Un viejo hippie.
Alguien retirado, vegetariano, sano… salvo por el problema en su corazón. Una dama, tiempo atrás había repartido los pedazos de su corazón.
Y Santo estaba pasando sus días intentando recuperar todas las piezas.
Y aunque aun no lo supiera, una de las piezas había cambiado su forma.
Y su forma nueva era una pregunta… ¿se podría controlar algo de los sentimientos? ¿se puede real y honestamente aprender de ellos?"

Luego, Lucila Inés tocó en vivo!

Emisión Número 138

La emisión 138 abrió con el siguiente texto:

"El museo moderno del error, nombre por el cual se lo conoció por aquellos días, junta muchas almas en pena.
Originalmente compuesto por dos amigos. Ambos con el corazón roto. O más bien hecho trizas.
“Lo peor de una mujer que te rompe el corazón es que empieza a repartir los pedazos”, dijo uno.
“De qué forma…” se preguntó el otro “podríamos controlar aquello que no se puede controlar”.
Algunas botellas de JB más tarde se retiraron, cada uno por su lado, con una tarea imposible.
Cómo controlar aquello que no se puede controlar. Cómo controlar los sentimientos. Y, de no poder controlarlos… ¿qué hacer?
Uno se llamaba Matías. El otro, Ernesto.
Matías vive en el piso más alto de un moderno edificio. Varias veces se descubrió pensando “Edificio moderno, problemas viejos”. Esas paradojas.
Ernesto vive solo. En el primer piso de un edificio oscuro. La luz nunca entra a un piso tan bajo.
Ambos pensaron mucho esa noche. Pensaron dejando de lado un pequeño detalle, sus profesiones.
Y, aunque nos adelantemos en la historia, es justo decir que en sus profesiones está la clave.
Matías es químico. Ernesto es psicólogo.
Una vez, la mujer de uno de ellos dijo: “el amor está sobrevaluado. Químicamente es como comer enormes cantidades de chocolate”.
¿Y si fuera cierto? ¿Y si fuera una cuestión química?
“Si esto es así, debe haber una fórmula”, fue lo primero que pensó al despertar Matías. Pero como suele suceder cuando uno recién se despierta, olvida lo soñado y lo pensado. Y está a expensas de la buena fortuna de la suerte o a expensas de una señal. Una simple señal que dispare con presencia ese recuerdo.
Es así, entonces, que el día previo a la noche del encuentro… tanto Matías como Ernesto no recordaban lo que habían soñado y mucho menos lo que habían pensado al despertar.
Sus profesiones tenían las primeras preguntas que los llevarían a más preguntas. Y así se forjaría el camino.
Solo dependían de ese momento de suerte. De esa asociación libre que a veces son momentos de revelación o que pasan sin siquiera ser notados. Como pasan los amores o los recuerdos que van quedando lejos en la memoria.
Pero es de los recuerdos que ellos se tendrán que nutrir. Como mirar muy de cerca una herida para descubrir el universo que habita en ella."

Luego, desgrabamos a Jacobo y Silvia y Anabela...

Como todos los miércoles, La Dra Laura nos iluminó con su sabiduría...


viernes, 12 de noviembre de 2010

Emisión Número 135

Esta emisión comenzó con el siguiente texto:

"La gravedad todo lo iguala"

"Estaba sentado en el balcón cuando tiró el cigarrillo hacia el vacío.
El cigarrillo cayó fluido. Como dice una de las leyes de la física, la gravedad todo lo iguala. Salvo lo que es más liviano que la gravedad.
Entonces, el cigarrillo iba cayendo.
Una ventana más abajo, pero momentos antes de que el cigarrillo fuera arrojado, alguien tiró un vaso de plástico. Dentro del vaso, había agua.
Entonces, en un momento, el vaso, el agua, el cigarrillo. Todo iba cayendo.
Primero el agua.
Luego el vaso.
Y cerca detrás el cigarrillo.
Por un momento, mientras miraba desde su balcón, estos elementos parecían tener vida.
“Espero que se estrellen y salgo”, pensó.
La persona que arrojó el vaso – vaya a saber uno por qué – cerró su ventana y jamás se preguntó nada. Ni del vaso, ni del agua, ni del descubrimiento que había hecho y que motivo el arrojo de ese vaso.
Para uno, el cigarrillo arrojado era… simplemente un cigarrillo arrojado.
Para otro, el vaso arrojado, era una decisión de vida.
Los días transcurrieron para estas dos personas que no se conocían pero que eran vecinos.
Uno siguió fumando sus cigarrillos pero ya no los arrojaba, los apagaba en el cenicero, o en un vaso con agua.
El otro, tuvo que seguir negando aquello que había descubierto.
La gravedad todo lo iguala.
Cuando el agua finalmente chocó contra el pavimento, nadie lo notó.
El vaso cayó a su lado en el mismo momento que un taxi se detenía de repente para que un pasajero se subiera.
Y el cigarrillo que, pequeño detalle, caía encendido, cayó a menos de un milímetro del agua.
Y aunque pareciera todo inconexo y desarticulado… el agua, como si tuviera algo de vida consciente, se extendió un poquito … para apagar el cigarrillo aunque la gravedad todo lo iguale."

Luego, a las 23 horas comenzó un mini set acústico de Cam Beszkin y Manu Fusari

jueves, 11 de noviembre de 2010

Emisión Número 134

La emisión 134 abrió con el siguiente texto:

"“Mirarte duele”, pensó en decirle.
Sus piernas iban apoyadas en el marco de la ventana.
Su mano derecha sostenía un cigarrillo que siempre estaba a punto de caer.
Era tarde en la noche.
Y el semáforo los detuvo un instante.
Era el último viaje juntos. Pero ella parecía distante, a pesar de su comodidad.
Las palabras sobraban. Ambos lo sabían. Por eso el viaje era en silencio.
En su dedo índice, un anillo.
“¿Cuándo veré esa mano otra vez?”, y el vacío del estómago lo lleno de abismo.
Porque en ese momento se dio cuenta de las últimas veces. Cada una, única.
El último cigarrillo.
Cuando se dio cuenta de que el último beso ya había pasado…
“Me das una pitada”, preguntó.
Ella, sin mirarlo le pasó el pucho.
Y cuando él le dio la calada, sintió un poco – solo un poco – el lápiz labial en su boca.
Fue como saborear un recuerdo. Decidió no devolvérselo.
Y ella, sabiendo – porque ella siempre sabía – se lo dejó.
Sin que él lo notara ella lo miró.
Y aunque el amor ya se había ido, ella también quería verlo sin que él lo notara.
Seguramente, por motivos diferentes.
Entonces, el auto se estacionó por última vez en su casa. Ella bajó por última vez.
Y él la vio alejarse casi sin hablar.
“Mirarte me duele”, se le escapó. Como si lo hubiera dicho otro.
“Entonces no mires”.
Y entró a su casa.
Él terminó el cigarrillo y lloró cuando lo tiró a la calle.
“Al que madruga…” – pensó – “más vale pájaro en mano”. Y comenzó este viaje por primera vez."

Luego, se desgrabó parte de un almuerzo de Mirta y Marcelo y en el momento de la dra Laura se habló de amistades!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Emisión 133

La emisión 133 comenzó con este texto:


"“¿Por qué solo recuerdo lugares?”, pensó.
Después, se subió a su auto y manejó durante toda la noche.
Cerca de la costanera, compró algo para comer.
A ese algo para comer, le puso algo que tenía ajo.
Pensó que era gracioso tener hambre y hasta se lamentó el sabor a ajo que le había quedado en la boca.
“Tal vez bese a alguien esta noche”, pensó.
Y ese pensamiento, un poco ridículo para ese momento, lo llevó a pensar en sus primeros besos.
“Siempre es un primer beso”, pensó.
De esa forma comenzó a dedicarle un pensamiento a cada beso que recordaba.
“Lo que recuerde, es lo que importa. El resto, si no lo recuerdo es porque no existió”. Entonces se entregó a la confianza de su memoria.
El beso frente a la plaza. Aquel beso bajo la nieve. El beso en el baño. El beso en el ascensor. El beso en la terraza. El beso en la heladería. El beso en el auto. El beso en la esquina de Cordoba y Anchorena. El beso robado en la playa. El beso en la escalera.
Todos eran primeros besos.
Recordaba lugares, pero no recordaba nombres.
“¿Por qué solo recuerdo lugares?” Hasta recordó lugares donde no había besado.
Sintió que el viaje en auto no era un viaje más. Sintió que era el primero.
“¿Seré siempre nuevo en cada cosa vieja que hago?”, ya el pensamiento lo mareaba.
Bajó todas las ventanillas de su auto. “Dios bendiga a las ventanillas eléctricas”, pensó.
Y aceleró. El viento entraba por todos lados. Ojalá pudiera pausar ese momento.
Dónde están todas ellas. Dónde fueron los momentos si los lugares ahí están.
Pausar el movimiento sin detenerlo era lo que quería.
“Pausar el movimiento sin detenerlo… es como recordar solo lugares”, pensó."

Orta hizo una segunda entrega de películas para enamorarse...

y el invitado de las 23 horas fue el biólogo artísta Pablo Lapadula que casi nos devela el secreto de la vida!


lunes, 8 de noviembre de 2010

Emisión 132

La emisión 132 abrió con el siguiente texto intitulado: "Él, Ella y el destino negado"

"Él tomó el colectivo como un día más.
Ella ya estaba sentada y miraba por la ventana con su cabeza apoyada en el vidrio. Que estaba frío.
Él pagó con monedas y esperó a que se desocupara un lugar.
Ella, espió, detrás de sus anteojos negros y pareció interesada. “Ojalá”, pensó, “ojalá se siente cerca”.
Él ansiaba sentarse. Solamente eso.
Entonces alguien se paró para bajar.
Y él se sentó. Justó detrás de ella.
Ahora, para ella, cualquier movimiento la delata.
Pero él nota que en la nuca de ella hay un tatuaje. Y comienza a imaginar el rostro que hay delante de esa nuca, de ese tatuaje, delante de esa cabellera desordenada pero – de alguna forma – erótica.
“¿Cómo será?”, pensó él. “Tendrá ojos verdes? Ojos negros? Ojos Marrones?” hasta en un momento se preguntó si ella tendría ojos.
Ella, por su parte, pensaba “estará atrás mío? Seguirá sentado detrás? Ya se habrá bajado”.
El tatuaje era lo que los unía, al menos desde la incertidumbre.
Entonces ella era un tatuaje, una nuca, unos pelos despeinados.
Y él era un extraño deseo para ella.
Ambos con preguntas. Ambos amando la incertidumbre. Y así viajaron hasta que alguno de los dos, simplemente, comenzó a pensar en otra cosa.
Y esa otra cosa pasó a ser lo importante.
Pero no tan importante como para detallarlo aquí.
Cuando él bajó, lo hizo delante de ella. Ya no recordaba el tatuaje. Y ella, que solo lo vió de frente, al verlo de espaldas… para sorpresa de quien digita los destinos, no lo reconoció.
De hecho, caminaron unas cuadras a la par sin verse. Como riéndose de lo que jamás iba a suceder.
Ambos, sin saberlo, negaron el destino que – por un momento – se empeñó en que se conozcan."

Se siguió leyendo el diario de rodaje de Apocalypse Now.

En el Momento Cancio se habló de Ucronias en la literatura y el cine.

Y se leyó una carta de Paul McCartney que le escribió a Prince.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Emisión Número 129

En esta emisión, Orta el especialista nos habló de tres perlas del Buenos Aires Rojo Sangre.

Luego, el Profesor Jonas nos habló de algunos aspectos de la vida de Charles Cheselin.

Emisión Número 128

En esta emisión estuvimos con Dario Jalfin y Maria Ezquiaga que nos contaron de las Nuevas Músicas en la Biblioteca Nacional...

martes, 26 de octubre de 2010

Emisión Número 127

En esta emisión... Orta, el especialista habló de grandes películas de terror nacionales en ocasión del comienzo del BARS http://rojosangre.quintadimension.com/

Luego, otro poema más de Algarróz.

Y como invitados, Pablo Krantz y Nana e´Nada.

jueves, 21 de octubre de 2010

Emisión 125

Comenzamos a leer el diario de rodaje de Apocalypse Now!

y en vivo Algo Raro Pasa!

Emisión 124

En esta emisión, más desgrabaciones y la Dra Laura despotrica contra la publicidad moderna!

martes, 19 de octubre de 2010

Emisión 123

En la emisión 123, Orta el especialista nos abrió su corazón.
También nos acompañó De Caro durante las dos horas con quien se habló de minas, de la vida como una película y de nerdos, frikos y héroes cotidianos.

Emisión 122

En esta emisión, en el Momento Cancio hablamos de Anthony Bourdain y las Confesiones de un Chef...

lunes, 18 de octubre de 2010

Emisión 121

En esta emisión... Juguete Ruidoso en vivo!

Emisión 120

En esta emisión, desgrabamos un peculiar cruce entre unos periodistas y un ex-empresario de los medios.

También, la Dra. Laura con sus reglas para las primeras citas


miércoles, 13 de octubre de 2010

Emisión 119

En esta emisión, Orta el especialista y Trebian en la entrevista...!


viernes, 8 de octubre de 2010

Emisión 117

A solas... sin Pepermint pero con The Abstinence!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Emisión Número 116

En esta emisión, Orta el especialista y el Profesor Jonás nos habló de los "Conceptos Filosóficos del Algebra Elemental" y se mencionaron los siguientes libros:
-"Trascendencia del dos"
-"Es o no es"
-"Desarrollándo el desarrollo"
-"1,2,3 hasta el 10 - matemáticas para bebes"
-"Matematicas goes babies"


lunes, 4 de octubre de 2010

Emisión Número 115

En esta emisión... algo del círculo de los mentirosos y el momento cancio...

Emisión Número 114

En esta emisión del último jueves... David Amado Power Quarteto de Salón


miércoles, 29 de septiembre de 2010

Emisión Número 113

Cosas que no se pueden permitir al tomar un café en un bar y la desgrabación, con tentada incluida, de Primera Mañana con el Sr R como Nelson y Pepermint como Elisa.


Emisión Número 112

Orta el especialista y Peter Blast como invitado...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Emisión Número 111

Relato de fractura de cúbito y el Momento Cancio.



viernes, 24 de septiembre de 2010

Emisión Número 110

Un saludo al Profesor Jonas en el día de su cumpleaños...

y

Los Limardos en vivo!



jueves, 23 de septiembre de 2010

Emisión 108 Septiembre 21 con Eugenia Guerty

Primera Prueba. Calidad No Óptima.

Orta el especialista seduce a Pepermint con películas para enamorarse.

Eugenia Guerty habló de su carrera.

martes, 27 de julio de 2010

Emisión Número 77


En esta emisión, la canción de apertura fue "California Stars" una hermosa canción escrita por Woody Guthrie en la década del 40 y grabada por primera vez en el año 1998.

En la semana de los rehenes y los prisioneros, en el Momento Cancio, Cancio nos contó la historia de El Prisionero, una extraordinaria serie de solo 17 capítulos!

En las frases de cabecera siguen:

1. "No todo lo que reluce es oro, a veces es un vidrio bien limpio"
2. "Debes dormir a la intemperie si quieres techo de madera"
3. "No hay mejor mentira que la mentira que no es mentira"
4. "No soy un millonario paranoico, soy un BIllonario paranoico" dicha por Howard Hughes
5. "Un amigo es el que te apuñala de frente" escrita por Oscar Wilde

En la emisión 78, Marcelo Alderete, programador del Festival de Mar del Plata y Programador de Generación VHS en Agosto en el Malba, es nuestro invitado.
En la emisión 80, Misma Sangre tocará en vivo!

lunes, 19 de julio de 2010

Emisión Número 73


En la semana del amigo, esta emisión abrió con esta canción que tiene toda la onda. La banda se llama WAR y el disco se llama "Why Can´t We Be Friends"... 7 colas de gato sobre 9.

Entre las citas seleccionadas, se ha destacado la siguiente:

"Un amigo es el que te apuñala de frente" Oscar Wilde que pasó a formar parte de las frases de cabecera del programa que son las siguientes:

1. "No todo lo que reluce es oro, a veces es un vidrio bien limpio"
2. "Debes dormir a la intemperie si quieres techo de madera"
3. "No hay mejor mentira que la mentira que no es mentira"
4. "No soy un millonario paranoico, soy un BIllonario paranoico" dicha por Howard Hughes

En el momento Cancio se habló de Los Viajes de Gulliver y aprovechamos para recomendar su extraorinario blog: La Hormiga Argenta

martes, 27 de abril de 2010

Emisión Número 26



En esta nueva emisión, se escuchó, como apertura esta maravilla de Graham Nash del disco "Songs for Begginers". Como bien lo describió Adam Sandler, se nota por la expresión de su rostro en la tapa del disco que Graham Nash sabía que había hecho una maravilla musical.

El invitado del día martes fue el Maestro Ivan, profesor de Arco y Flecha y Artes Marciales. El Maestro nos iluminó sobre la trascendencia en el Arte de la Arquería. Se mencionó el gran libro "Zen en el Arte del Tiro con Arco y Flecha" de Eugen Herrigel.

El Maestro enseña en El Halcón Peregrino que queda en Godoy Cruz 1731, Palermo.

lunes, 26 de abril de 2010

Emisión Número 25


En esta emisión, el tema de apertura fue tomorrow never knows.

El tópico de la semana son cosas que uno ve a través de una ventana.

También, como todos los lunes se leyó una carta de amor, esta vez de Henry Miller:

"Me gustaría poder escribirte en ruso, en azteca , en armenio y en iraní. Porque eres ilimitada. Eres lo que los griegos llaman `nada en moderación`. Eres Mona, Anaïs, Lisa, tout le monde, todas combinadas. Fuego, aire, tierra, océano, cielo y estrellas.
Y ahora un hombre de 87 años, locamente enamorado de una mujer joven que me escribe las más extraordinarias cartas, que me ama a morir, que me mantiene vivo y enamorado (un perfecto amor por vez primera) que me escribe tan profundas y emocionantes reflexiones que me siento feliz y confuso como sólo un adolescente podría estarlo. Pero por encima de todo, agradecido, y afortunado. ¿Merezco realmente tan hermosos elogios como tú me dedicas? Haces que me pregunte quién soy exactamente, si me conozco en realidad y qué soy. Me tienes en el misterio. Por lo cual aún te amo más. Caigo de rodillas y rezo por ti, te bendigo con la poca santidad que hay en mí. Viaja feliz, mi queridísima Brenda y no lamentes nunca este romance a mitad de tu joven vida. Los dos hemos sido bendecidos. No somos de este mundo. Somos las estrellas y el universo de más allá.
Larga vida a Brenda Venus. ¡Dios le conceda dicha, plenitud y amor eterno!"

Y también, como cada Lunes, el Momento Cancio quien nos habló de algunos cruces de genero en el cine con ejemplos como Alien, el octavo pasajero, Blade Runner, Del Crespúculo al Amanecer y El Satélite Chiflado de los Cinco Grandes del Buen Humor.
Nos trajo su momento musical, un smah up hecho por el DJ Zebra que combinó I´m a man del Spencer Davis Group, Firestarter de Prodigy, las baterías de los Bestie Boys, la guitarra de Los Rolling Stones y los coros de los Jungle Brothers. El nombre del resultado I´m a fireman.

lunes, 19 de abril de 2010

Emisión Número 21


En este día lunes... abrimos con "Faust" de la película "Un Fantasma en el Paraiso"...

Luego, en el Momento Cancio del día, se habló del Superman de Alan Moore y de Neil Gaiman.

Como todos los lunes, hubo carta de amor. Esta vez de Manuela Saenz a su marido inglés James Thorne. Una de las mejores cartas leídas.

"No, no y no; por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución? !Mil veces no! Señor mío, eres excelente, inimitable. Pero, mi amigo, no es grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin sus méritos no sería nada. ¿Crees por un momento que después de haber sido amada por este hombre durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo, o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero, ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido?

Déjame en paz, mi querido inglés. Amas sin placer. Conversas sin gracia, caminas sin prisa, te sientas con cautela y no te ríes ni de tus propias bromas. Son atributos divinos, pero yo miserable mortal que puedo reírme de mí misma, me río de ti también, con toda esa seriedad inglesa. !Cómo padeceré en el cielo! Tanto como si me fuera a vivir a Inglaterra o a Constantinopla. Eres más celoso que un portugués. Por eso no te quiero. ¿Tengo mal gusto?
Pero, basta de bromas. En serio, sin ligereza, con toda la escrupulosidad, la verdad y la pureza de una inglesa, nunca más volveré a tu lado…

Siempre tuya, Manuela. "

Emisión Número 20


Estuvieron, Gus Kweller y Joe, los "Never Susy", en vivo (en la foto también aparece el Ave Nocturna Javo)... pueden escucharlos acá - no el vivo de la radio sino "su" myspace"...

martes, 13 de abril de 2010

Emisión Número 18


La canción de apertura fue esta belleza

El invitado del día, Daniel Gimelberg director del film "Antes" nos contó de sus inspiraciones para la película y para sus actores.

Una película muy interesante y sentida con las actuaciones de Nahuel Viale, Nahuel Perez Biscayart, Martín Piroyanski, Carlos Portaluppi, Verónica Llinas, Alejandra Flechner y Horacio Acosta... -algunos en la foto que abre esta publicación...
Altamente recomendable.

lunes, 12 de abril de 2010

Emision Número 17

En la emisión número 17 se leyó la carta de amor de Lewis Carrol a Gertrude Chataway.

Esta es la carta:

"Christ Church, Oxford, 28 de octubre de 1876

Mi muy querida Gertrude:

Usted estará apesadumbrada, sorprendida, y desconcertada, al oír la extraña enfermedad que tengo desde que usted se fuera. Mandé buscar al doctor, y dije, "Deme alguna medicina porque me siento cansado". Él dijo, "¡Estupideces sin sentido! Usted no necesita la medicina: ¡vaya a la cama!"
Dije, "No; no es la clase de cansancio que pide la cama. Mi rostro trasunta cansancio." Él se veía con expresión grave, y dijo, "Oh, es su nariz la que está cansada: una persona habla a menudo demasiado cuando piensa que tiene todo claro." Dije, "No, no es la nariz. Quizás sea el pelo." Entonces él se vio algo serio, y dijo, "Ahora sí entiendo: usted estuvo peinando el pianoforte."
"No –dije-, de hecho no lo he hecho, y no es exactamente el pelo: más bien sobre la nariz y el mentón." Entonces él serio durante largo rato, y dijo, "¿Ha estado usted caminando mucho con la barbilla?. Dije, "No." "Bien!" dijo él, "esto me desconcierta mucho.
“¿Usted cree que el problema estará en los labios?" preguntó.
“Por supuesto” dije. "¿Qué es exactamente?"
Entonces el se vio muy serio, por cierto, y dijo, “Yo creo que ha estado dando demasiados besos...”
"Bueno" dije, "Le di un beso a un niña, una pequeña amiga mía."
"Piense otra vez, " dijo él, "¿está seguro de que haya sido solo uno?"
Pensé otra vez, y dije, “puede que hayan sido once veces”.
Entonces el doctor dijo: “Usted no debe darle ni uno más hasta que sus labios se hayan recuperado”.
“Pero ¿cómo hago?” le dije “ ¡le debo ciento ochenta y dos besos más!
Entonces se vio tan serio que las lágrimas corrían por sus mejillas, y me dijo “Mándeselos en una caja”.
Entonces recordé una pequeña caja que compré una vez en Dover, pensando que podría regalarla alguna vez a alguna niña ú otra persona. Así que los empaqué bien cuidadosamente. Dígame si le llegan bien o si alguno se pierde en el camino. Lewis Carrol"

Carta a Gertrude Chataway, a quien conoció en 1875, una de sus más cercanas “amigas niñas”.


También sonaron los Living Colour de apertura que pueden ver y escuchar acá


También estuvo el "Momento Cancio" donde nos habló de esta banda donde también se puede escuchar algo más acá.

Cerca del final de la noche, se habló del Gran Errol Morris, extraordinario documentalista!