lunes, 20 de diciembre de 2010

Emisión Número 154

"Mirar por la ventana significa ver un montón de porciones de cosas.
Era cuestión de quedarse mirando una noche para ver que podía suceder.
No hacía mucho tiempo del accidente y no tenía otra opción que la de quedarse sentado, de frente a la ventana mirando todo el mundo desarrollarse delante de sus ojos.
Pequeñas porciones de mundo. Estaban… la gimnasta… la pareja que lo hacía todo el tiempo… la pareja que ya no se deseaba… el soltero… la soltera… el enano… la malabarista… el que se viste de payaso y así sale a la calle… los abuelos… la viuda… el músico…
Todas eran porciones de vida que lo acompañaban cuando miraba o cuando pensaba en ellos.
¿A quién estará haciendo reír el payaso? ¿Podrá pasar a la siguiente melodía el que practica con el piano?
Cuando iban a visitarlo, se entretenía contando lo que había visto ese día. Como bien había dicho un director de cine, uno de los mejores, “no filmo pedazos de vida sino pedazos de pastel”.
Eso era lo que él sentía cuando contaba lo que había visto agregándole alguna que otra “frutilla” o “un poco más de crema”. Él contaba pedazos de pastel.
Era una forma de encontrar poesía en una mirada o en una forma de servir un vaso de agua. En la forma en que una pareja de enamorados se mira o alguien hambriento espera por el pollo en el horno.
De a poco ese universo fue seduciéndolo cada vez más. Como si él no pudiera decidir cuándo ver y cuando no. Como si hubiera algo más que lo empujara a quedarse ahí sentado mirando.
Hubo un día donde empezó a entender el por qué. Hubo un día donde la cortina se corrió y vio verse.
Fue cuando entendió que aquellos a los que él miraba, encontraban sus momentos para verlo a él.
Fue cuando la viuda, en medio de una noche, solo lo miraba dormir.
Fue cuando la pareja que no paraba de hacerlo… cuando paraba lo miraba mirar.
Fue cuando el payaso, que ya se maquillaba sin mirarse al espejo, lo hacía mirándolo a él.
Fue cuando el enano asomaba sus ojos por el marco de la ventana, deliberadamente para espiar que hacía el espectador de enfrente.
Entonces entendió que miraba porque era mirado y que, más allá de lo que decidiera, él ya era mirado por el mismo mundo que lo miraba a él.
Y que él, también era, un pedazo de pastel."

Luego, en vivo Hotel Paradise!

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