"No es la forma en la cual su pelo cae después de un baño, como un árbol después de una lluvia.
No son sus ojos, llenos de vida y marrones como dos almendras
No son sus pestañas, negras y curvas, casi como un signo de pregunta.
No es su boca, y sus labios finos como un suave dibujo esperando sonreír.
No es su cuello, largo y armónico que culmina en sus hombros bien balanceados, formando un triángulo en perfecta armonía con su cabeza. Pero no es eso.
No es la forma en la cual su toalla recubre su cuerpo mojado ni como una gota que cae de la punta de su pelo recorre el aire – que se detiene a ver – hasta encontrar el piso y convertirse en miles de gotas más.
No son sus muslos, no son sus piernas, que forman dos sonrisas y un mentón.
No son sus tobillos, no son sus pies, delicados y finos, que dejan huella donde pisan o donde acarician.
No es que parezca terminada a mano como un día soleado con algo de viento y una sola nube.
No es cada “eso”.
Es todo eso.
Es esa gota que cae resbalando por su cuerpo.
Jugando con sus curvas, como un paseo por las sierras.
Sin detenerse porque propone vértigo y pasión.
Porque al pasar por sus rodillas, quisiera quedarse y convertirse en miles de gotas más.
Y así vivir esa experiencia completa y total.
Recorriendo el cuerpo completo con una sola gota, que es todas las gotas.
Y no caer jamás, flotar y deslizarse por cada contorno posible esperando que el infinito sea cíclico.
Y es cuando sonríe porque sonríe con todo su cuerpo."
Luego se escuchó Galápagos de Los Cadillacs...
martes, 7 de diciembre de 2010
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