La emisión 133 comenzó con este texto:
"“¿Por qué solo recuerdo lugares?”, pensó.
Después, se subió a su auto y manejó durante toda la noche.
Cerca de la costanera, compró algo para comer.
A ese algo para comer, le puso algo que tenía ajo.
Pensó que era gracioso tener hambre y hasta se lamentó el sabor a ajo que le había quedado en la boca.
“Tal vez bese a alguien esta noche”, pensó.
Y ese pensamiento, un poco ridículo para ese momento, lo llevó a pensar en sus primeros besos.
“Siempre es un primer beso”, pensó.
De esa forma comenzó a dedicarle un pensamiento a cada beso que recordaba.
“Lo que recuerde, es lo que importa. El resto, si no lo recuerdo es porque no existió”. Entonces se entregó a la confianza de su memoria.
El beso frente a la plaza. Aquel beso bajo la nieve. El beso en el baño. El beso en el ascensor. El beso en la terraza. El beso en la heladería. El beso en el auto. El beso en la esquina de Cordoba y Anchorena. El beso robado en la playa. El beso en la escalera.
Todos eran primeros besos.
Recordaba lugares, pero no recordaba nombres.
“¿Por qué solo recuerdo lugares?” Hasta recordó lugares donde no había besado.
Sintió que el viaje en auto no era un viaje más. Sintió que era el primero.
“¿Seré siempre nuevo en cada cosa vieja que hago?”, ya el pensamiento lo mareaba.
Bajó todas las ventanillas de su auto. “Dios bendiga a las ventanillas eléctricas”, pensó.
Y aceleró. El viento entraba por todos lados. Ojalá pudiera pausar ese momento.
Dónde están todas ellas. Dónde fueron los momentos si los lugares ahí están.
Pausar el movimiento sin detenerlo era lo que quería.
“Pausar el movimiento sin detenerlo… es como recordar solo lugares”, pensó."
Orta hizo una segunda entrega de películas para enamorarse...
y el invitado de las 23 horas fue el biólogo artísta Pablo Lapadula que casi nos devela el secreto de la vida!
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario