"Había sido uno de esos fines de semana inolvidables.
Stoner había tenido 6 manos ganadoras. Y las había ganado.
Ahora estaba recostado en la cama de su habitación. Descansado durante dos horas antes de continuar la partida.
El techo era gris. Y tenía unos arreglos antiguos y degsastados.
En el centro, una araña antigua. Desproporcionada por el tipo de habitación pero también por el tipo de personaje que estaba ocupando ese lugar.
Sus manos, las de Stoner, estaba entrelazadas debajo de su cabeza.
Sus ojos, celestes y pequeños, miraban el cielorraso como esperando algún tipo de revelación.
La próxima vez que esté ahí recostado, sería como ganador o perdedor. Como millonario y en absoluta bancarrota y endeudado.
De volver millonario, pensó en recostarse en el piso. Sentir la cercanía del suelo en su espalda. Pensó tal vez en acostarse sin remera ni camisa.
Pensó en aquel par de zapatos que había visto en una vidriera de la calle Gorriti.
Pensó en el yate que se podría comprar, en los viajes que haría y en los paisajes que conocería.
Pensó en las mujeres a las que podría poseer, a las que podría subir a su embarcación para recorrer el mundo que él quiera.
Pensó en tomar sol en cubierta, con una caña de pescar a su lado.
Pensó en la playa y en su oleaje.
Pensó en ojotas, en bermudas, en anteojos de sol.
En autos, en aviones, en montañas, en pirámides.
Pensó en la pirámide que hay en los dólares.
Pensó en dólares.
Pensó que si era millonario, se recostaría sobre el piso.
Y miró a su alrededor…
Y notó que estaba recostado sobre la cama.
Entonces pensó en todo lo que no iba a tener.
Y cuando golpearon a su puerta para continuar el juego, por las dudas, tomó el arma que había debajo de la almohada."
Luego, en el Momento Cancio, se habló de La Comida Criolla de Margarita Elichondo y de Las Recetas del Gato Dumas de Carlos Alberto Dumas.
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